jueves, 28 de enero de 2010

HORARIOS Y FLORES (2da Parte)

Dejen que la bella durmiente 
repose en su lecho 
de poesia muerta, 
de leyes sobre la mesa, 
en el reino de recuerdos 
y deseos, 
de invención y abolicion. 
Dumey duerme. 

El sol sube de a poco 
(Vuela el sol, vuela 
hasta caer 
y en su vuelo de rutina, 
la tierra pierde honradez). 
El mar repone fuerzas 
muy cerca Solamente querrá 
algo de nosotros. 
La noche se dibuja a si misma 
y siento envidia 
Yo tambien quisiera ser 
ominoso, 
misterioso, temido 
y deseado. 
Dumey duerme, 
y en estas horas 
de cómplice ausencia 
sólo podemos caer 
simétricamente 
sólo se puede decidir 
que es hermosa, 
que somos un mas que 
un premio consuelo 
por una vida.... 

lunas cargadas 

Dumey duerme. 
El amor abunda en la 
habitacion, dispersa los 
límites del hogar, 
hincha el corazón, las 
venas, las encías. 
Esperar poder aplacarla 
con las arterias 
de la pasión. 
Pensar y pensar, 

y dejar el aullido

Dumey duerme. 
El amor abunda en la 
habitacion, dispersa los 
límites del hogar, 
hincha el corazón, las 
venas, las encías. 
Esperar poder aplacarla 
con las arterias 
de la pasión. 
Pensar y pensar, 
y dejar que el aullido 
incansable sepa burlar 
a la burla de la proximidad. 

Dumey duerme, 
y es ejemplo de vida, 
el milagro de la 
presencia real, 
la vida manifiesta 
abierta como una hermosa 
granada sin cáscara, 
asimilable y bárbara. 

Dumey duerme 
& invita a realizar 
las grandes obras 
concede la gracia maternal 
de querer movernos para 
presenciar tu dulce y 
excelsa cruzada, 
tu milagro diario 
& motiva a imitar al diablo 
ruidos y regalarle 
a agradecer no solo 
con palabras sino 
con la sublime ofrenda 
del estigma de los lírios. 

Dumey duerme 
y enseña que es posible 
emocionarse 
con una sinfonia singular, 
una armonía temblorosa 
y tenebrosa, 
un refugio en el silencio 
fuera de la degradación 
sistemática del mundo, 
fuera del escándalo 
escatológico de la 
barbarie, un poemario 
sincero e insufrible 
para celebrar al sol 
y a si ejército de nubes 
empredecibles. 

Dumey duerme 
y me llena de virtudes 
urgentes en tiempos 
apremiantes... 

Dumey duerme. 
Horarios y flores 
Nunca deja de irradiar 
calor y energia 
No deja de negarle 
al mundo 
su frecura y alegria 
provocar ganas de vivir, 
con el centelleo indeleble 
en sus ojos 
y esa sonrisa 
que redime a la humanidad



No hay comentarios:

Publicar un comentario